"Yo no necesito juguetes eróticos, mi (póngase el nombre que se quiera) ya me hace todo bien"

Suele ir acompañado de un tono medio ofendido...cosa que no deja de sorprenderme. Por supuesto que no se necesitan los juguetes eróticos, de hecho sobre necesidad ya hablamos aquí. Si se llegase al punto de necesitarlos, ya no estaríamos hablando de placer, sino de dependencia.

El uso de juguetes eróticos dista mucho de ser una necesidad para disfrutar, pero sí sirven para disfrutar de otros modos de nuestro cuerpo. Ni mejor ni peor, sino de diferente manera.

Tampoco suplen a nada ni a nadie. Los juguetes pueden servir para

muchas cosas, pero todavía no han inventado ninguno que pueda sustituir a una persona...todavía.

Lo que está claro es que los juguetes introducen un matiz distinto en nuestras relaciones genitales, ya sea para disfrutar como para conocernos, así como para innovar. Y las personas que los usan no es por que les falte algo, sino porque les gusta disfrutarse de otras maneras. Y estas otras maneras no tienen porqué ser con juguetes eróticos, que son una opción más, sino que pueden ser también con realización de fantasías, bondage, etc.

Pero lo peor de esa frase es el mensaje implícito de que "alguien" es responsable del propio placer. Se deposita el placer propio en las manos de otra persona...craso error, porque nadie es responsable del placer de otras personas, en todo caso participante del placer ajeno.

Mónica QJ

 
*Fuente: Modela tu placer