Inflada o sacada, en punta o caída, la lengua
permite acariciar y lamer, chupar y absorber, según el deseo de cada uno.
La lengua de gato, es la del amante que sabe
ofrecer generosamente a su amada gozo y voluptuosidad en un sutil cunnilingus.
A veces, es porque la mujer no quiere ser penetrada, o bien porque el hombre
está agotado y la mujer todavía animada. A veces también este regalo amoroso es
un preliminar a otra actividad sexual. De hecho, para los hombres, el olor del
sexo femenino así como el gozo
clitoriano de su compañera son
estimulantes eróticos poderosos.
La mujer se echa cómodamente de espalda. Extiende
las piernas y su amante las eleva y abre con ternura, antes de acercar el
rostro a su vulva. Puede empezar por posar besos ligeros sobre los labios
menores y el monte de Venus, cosquilleos para despertar el sexo de su
compañera.
Después, alarga la lengua para que sea puntiaguda y
dura. Da golpes secos y rápidos alrededor del clítoris para picotear la zona
sensible. El clítoris se infla y sale de su capuchón. En este momento, el
hombre lo pone entre sus labios y lo succiona mucho tiempo, mientras lo lametea
con la punta de la lengua.
De repente, la mujer siente una excitación que
intensifica la movilidad de esta ágil lengua de gato. La sangre bombea más
fuerte hacia su clítoris, sus caderas vibran al ritmo del placer y a veces su
espalda se arquea. El hombre la mantiene con una mano para que no huya de los
refinamientos que preparan su lengua y sus labios. Él empuja su lengua redonda
y gruesa en la vagina entreabierta, muy despacio y lo más
profundamente posible. La saca lentamente y vuelve al clítoris hasta que la
mujer, al punto del éxtasis y agotada, se libera de su tensión y
goza.
*Fuente:
Doctissimo
omg, cuando la mujer esta a punto de éxtasis sus piernas agarran una fuerza descomunal...
ResponderEliminarlo maximo