Una empresa
de condones regalará a los atletas más de 150 mil preservativos lo que
quiere decir más o menos 15 para cada deportista. Aunque no es un tema
nuevo, la pregunta de siempre ha vuelto a surgir: ¿El sexo es común en
las villas olímpicas? En declaraciones a ESPN, Hope Solo, portera de la
selección de fútbol de Estados Unidos afirmó haber visto personas teniendo
sexo en los prados que rodean a los edificios.
La polémica
sobre el impacto de las relaciones sexuales en el rendimiento de un atleta ha
encontrado eco en dos puntos de vista opuestos. Hay estudios y teorías que
proponen que
el esfuerzo realizado en el acto sexual no es significativo
en una persona acostumbrada a entrenamientos duros por lo que el desgaste es
mínimo. Otras voces proponen que la distracción y la pérdida
de horas de sueño que significarían estar con la pareja, sí pueden influenciar
negativamente sobre el rendimiento del deportista.
Las descargas
químicas que suceden en el cerebro durante las relaciones sexuales inducen
a la relajación. Este hecho también ha enfrentado defensores y
detractores. Mientras algunos afirman que eso puede contribuir a liberar
tensión acumulada en el deportista y esa pérdida de estrés resultaría
benéfica para su productividad, otros señalan que podría deprimir su sistema
nervioso y alejarlo del estado de alerta y la agresividad que
necesita para perseguir su meta.
Hay
entrenadores y delegaciones que son tolerantes con el tema y permiten
las relaciones sexuales en los periodos de competencia, hay otros que no están
de acuerdo y llegan a establecer toques de queda para los atletas. Lo
que sucede en realidad es que el sexo está presente entre los que lo tienen
permitido y los que no. Al ser una competencia, tienen relaciones sexuales
tanto los que ganan como los que pierden, así que no puede
decirse que el sexo sea determinante para favorecer o perjudicar el
rendimiento.
*Fuente: Silvia Olmedo
No hay comentarios:
Publicar un comentario