30 de octubre de 2012

¿De qué se quejan las parejas?

La queja ha impregnado nuestro hablar. Se ha instalado en el diálogo de amigos, en el correo electrónico, en los chistes de café, en la cola del supermercado, etc.
Si tratara de enumerar, la lista de quejas parece interminable: hay quejas porque la comida está fría, porque llega tarde, porque ronca, porque no recuerda la fecha del aniversario, porque no me regaló nada, porque no me ayuda con las tareas de la casa o porque no aporta a las finanzas.

Hombres y mujeres pareciera que pertenecen al  “Club de la Queja”. Y la verdad verdadera es que a veces, cuando una mujer no tiene de que quejarse siente un vacío enorme.

Las relaciones sexuales no han escapado a ello.   

De qué se quejan las mujeres:
        
• De que el hombre va  “directo al grano”
• De que el hombre sólo
piensa en él.
• De que termina y se da vuelta.
• De que quiere todos los días.
• De que no me escucha.
• De que quiere pasar de la pelea al sexo, etc.
                 
De qué se quejan los hombres:
        
• De que ellas no quieren sexo anal.
• De que siempre está cansada.
• De que se ocupa mucho de los hijos y no le queda tiempo para él.
• De que le duele muy frecuentemente la cabeza.
        
Hombres y mujeres se quejan y se quejan sin darse cuenta de que esto los convierte en víctimas, quitándoles autoridad. Además dicha queja no permite la madurez de la relación; quita fortaleza emocional y aumenta el resentimiento culpando al otro de lo que no se atrevió a pedir.

La contrapartida es el pedido claro y preciso, [te pido “X” (qué) en tiempo (cuando)] .

La queja ahuyenta y el pedido atrae. La queja cierra y el pedido abre un abanico de posibilidades.

Muchas personas ignoran que la queja provoca malestar y produce enfermedad. Obstruye el crecimiento y obstaculiza todo tipo de relaciones, incluyendo las sexuales.
Erradicar la queja constituye un gran desafío. A menudo se confunde con el pedido, la gente piensa que pide y en realidad se queja.

En las relaciones de pareja es importante abrir conversaciones de sexo, tomarse un tiempo para conversar sobre lo que sienten y como viven su sexualidad.
Es importante saber que necesitan del otro para mantener o mejorar sus relaciones.

Por ejemplo:
La mujer en lugar de quejarse porque el hombre va directo al grano cuando tienen sexo, mejor puede abrir una conversación y pedirle determinadas caricias, mimos, besos y acordar en beneficio de ambos un mayor tiempo de juego previo  -necesario para que la mujer se excite y lubrique- porque si no, el coito no es bienvenido.
                   
Cuando las parejas comienzan a dialogar sobre este tema y muy especialmente a requerir lo que necesitan en materia de sexo las relaciones mejoran muchísimo.

Nada de quejarse y todos a pedir! ;)

*Fuente: Sexóloga celia

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