Por
Elsy Reyes
Nos tomó siglos aceptar que las mujeres tenemos
orgasmos, ahora estamos ante el salto avalado por la ciencia donde además, nos
admitimos capaces de eyacular. Creíamos que nuestra única forma de vivir el
clímax era a través de contracciones uterinas-vaginales y extra lubricación. ¿Entonces
qué sucede con aquellas cuyos orgasmos se acompañan de un proyectil
eyaculatorio? ¿Se orinan? ¿Tienen ‘una fuga’? En 2001 se reconoció médicamente
el término ‘próstata femenina’ y que él ‘chorro’ proviene de ella, pese a que
Aristóteles escribió sobre ésta, en el siglo XVII el anatomista Regnier de
Graaf diseccionó una y algunas disciplinas milenarias la mencionan. Entonces
dichas mujeres dejaron de sentirse freaks para crear la simiente de uno de los
últimos descubrimientos de nuestra anatomía: todas podemos eyacular.
La eyaculación nace en el punto G, la próstata femenina. Si tuviéramos
ojos de ultrasonido veríamos detrás del glande del clítoris casi verticalmente
esta elongación, encima de la vagina y del canal uretral (el ducto que lleva la
orina desde la vejiga). Nuestra próstata está rodeada por glándulas que
producen el líquido eyaculatorio, las glándulas de Skene, que contienen canales
que expelen la eyaculación a través de la uretra (sí, el ‘hoyito’ por donde
hacemos pipí).
Pero dirás, ¿y a mí qué? Lo que quiero es provocar o provocarme un
squirt. Se requiere de arte manual. Vamos paso a paso
De acuerdo a
los estudios del doctor Francisco Santamaría Cabello cuando la eyaculación es arrojada desde la próstata femenina puede tomar dos rumbos: ir hacia la abertura uretral y ser notoria, o retrógrada y depositarse en la vejiga. Analizó la orina de 24 mujeres antes y después del orgasmo y encontró antígeno específico prostático (PSA) en la de todas las que no habían eyaculado aparentemente.
los estudios del doctor Francisco Santamaría Cabello cuando la eyaculación es arrojada desde la próstata femenina puede tomar dos rumbos: ir hacia la abertura uretral y ser notoria, o retrógrada y depositarse en la vejiga. Analizó la orina de 24 mujeres antes y después del orgasmo y encontró antígeno específico prostático (PSA) en la de todas las que no habían eyaculado aparentemente.
¿De qué sirve eyacular?
Además de placer puro, de acuerdo al profesor de medicina patológica y
forense de la Universidad de Bratislava, Milan Zaviacic, la próstata femenina
tiene dos funciones: exocrina, manufacturar, almacenar y emitir el fluido
eyaculatorio; y neuroendócrina, producir hormonas y serotonina.
Otros estudios de la Universidad de York en Toronto afirman que su
propósito es evolutivo: la uretra y la vagina comparten una pared virtual, el
piso del canal uretral es el techo de la vagina, por lo tanto la glucosa de la
eyaculación es absorbida por la vagina y crea un ambiente de soporte para el
esperma, la reproducción.
Al final, lo que todos quieren es la sensación y el show. Eso sí, el
orgasmo eyaculatorio no es más intenso, sólo es más ‘espectacular’.
*Fuente: Elsyreyes.com
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