25 de noviembre de 2013

Dispositivos de castidad para hombres, ¿terapéuticos?



AL Enterprises, fabricante líder de dispositivos de castidad masculina, lanzó recientemente su marca CB-X, que incluye seis productos diferentes para su uso de largo plazo.

Sus diseños innovadores, elaborados en distintos tamaños en material plástico resistente, ligero, duradero e hipoalergénico, evitan a un hombre caer en tentaciones y lo restringen para tocar sus genitales y darse placer sexual.

La idea, según explica la propia empresa, es que el placer varonil sólo esté en manos de la pareja sexual, ya que una sola llave es la que da acceso al placer sexual de los usuarios.

El dispositivo de la castidad masculina tiene, pues, un control de llave sobre la satisfacción sexual, al negar al usuario el contacto con los genitales, resguardados bajo candado.

La historia nos dice que los cinturones de castidad se usaban en la edad Media pero eran específicos para mujeres. Se usaba cuando los maridos se iban a guerra, viajes de negocios, o simplemente cuando se ausentaban por un largo tiempo. Les ponían a sus mujeres el cinturón y existían 2 llaves: una la tenía el marido y otra
el sacerdote. Si el marido no veía a la esposa en un año, el sacerdote en un plazo de 4 años decidía quitarle el cinturón. El cinturón de castidad no podia usarse más que durante unas horas, a lo más un par de días. De otra forma, la mujer que lo llevase moriría víctima de infecciones, abrasiones y laceraciones provocadas por el contacto con el metal o, a largo plazo, si el cinturón entraba en contacto con agua, de tétanos causada por la oxidación del cinturón sobre la piel de la zona íntima. En realidad, el cinturón de castidad era utilizado por las mujeres como defensa contra la violación, en época de acuartelamiento de soldados, durante viajes y en estancias nocturnas en posadas. Su uso era más frecuente en enfermeras y religiosas que atendían heridos en los frentes de batalla para evitar las violaciones.

Volviendo a este dispositivo de castidad para hombres, según la empresa, sus productos se venden por igual a hombres y a mujeres. Aclara además que el dispositivo de la castidad masculina se compra no solamente para “corregir un marido descarriado”, sino que sus clientes se dividen en dos grupos principales: devotos del fetiche o parejas interesadas en expandir su intimidad, con experiencias y aventuras sexuales mediante el juego de la castidad.

El fabricante asegura que sus productos han sido utilizados en el campo de la medicina y que en la actualidad se están probando para tratar a los pacientes con disfunción eréctil y a las parejas con problemas de carácter sexual.


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