La masturbación se define como la
autoestimulación de los genitales con el fin de obtener placer.
En los niños en edad de preescolar, esa
autoestimulación está inicialmente relacionada con el autoconocimiento y autoexploración
de sus genitales (pene y vagina), aunque al obtener placer, repiten la
conducta.
La exploración del cuerpo es parte del
desarrollo de los niños y es que así como les despiertan curiosidad sus pies o
el ombligo, lo mismo ocurre con los genitales.
Para entender un poco mejor el tema, primero
explicaré las manifestaciones del desarrollo sexual durante los primeros tres
años de vida:
1.- En el primer año, el principal placer
radica en el contacto con los padres, en esos mimos y caricias que reciben.
Además, amamantar y chupar objetos les causa agrado. Los niños pueden presentar
erecciones y las niñas hinchazón genital, además de que
comienzan a explorar todo su cuerpo, incluidos los órganos sexuales.
comienzan a explorar todo su cuerpo, incluidos los órganos sexuales.
2.- A los 2 años aumenta la estimulación de
sus genitales puesto que ya se identifican como niño o como niña e incluso
pueden llegar a tener orgasmos, pues se balancean sobre sus órganos sexuales o
los frotan.
3.- A los 3 años se reconocen
definitivamente como niño o como niña, además de que aprenden el nombre y la
utilidad de las partes de su cuerpo. Les causa curiosidad observar a adultos
sin ropa. Ya saben cómo tener orgasmos de manera consciente. A sus compañeros
los abrazan, acarician e incluso los besan y buscan ver sus genitales.
Gran preocupación y nerviosismo surge en los
padres al observar que sus pequeños manipulan sus genitales, un comportamiento
normal en los pequeños en edad preescolar.
A la mayoría de los pequeños, en cuanto se
les quita el pañal, lo primero que buscarán será tocar sus genitales. Esto
puede ocurrir a cualquier edad, pero es más común en los pequeños preescolares
y adolescentes. A partir de los 3 años es cuando más los observaremos tocándose
su pene o vagina.
Durante la masturbación, el niño puede
parecer ensimismado, acalorado y sudoroso, con movimientos rítmicos de la
cabeza o extremidades y al concluir puede quedar agotado, lo que en algún caso
ha llevado al error de diagnosticar el episodio de un ataque epiléptico
Esta estimulación es más común cuando el
pequeño se va a dormir porque está aburrido o estresado.
¿Qué puedes hacer como padre o madre?
1.- No alarmarte, no te asustes, esta
manipulación es totalmente normal, no les causa daño y tu hijo NO se volverá un
depravado sexual.
2.- Ignóralo, debes estar atento/a a que no
se haga daño con algún objeto.
3.- Distráelo, dale un juguete, pregúntale
cualquier cosa, juega con él.
Esta manipulación es normal en los niños, no
hay motivos para preocuparnos o intentar quitar esa conducta. Si reaccionamos
negativamente, haciéndoles creer que es algo negativo, sucio o perverso, lo que
ocasionaremos será que el pequeño crea que algo malo sucede, ocasionando
complejos sexuales y provocando que esa conducta sea más repetitiva.
Lo que sí debemos hacer es explicarles que
no pasa nada si se tocan, pero que deben hacerlo en un lugar privado y que
deben evitarlo en lugares públicos. Es muy importante que a su educadora o
cuidadora, les mencionemos que si observan que el pequeño lo hace, deben
distraerlo pero nunca llamarle la atención por esa conducta.
Recuerda que la masturbación es parte del
desarrollo de los pequeños, de su identificación sexual, por lo que debemos
asumir esta etapa con naturalidad, aunque nos resulte difícil, para evitar que
un episodio normal en el desarrollo infantil se convierta verdaderamente en un
problema durante la edad adulta.
Tatiana Arévalo Dupont, licenciada en psicología y en educación preescolar.
*Fuente: CNN México
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