El modelo de pareja
al que estamos acostumbrados es el monogámico. Ya sea por la época en que
vivimos o por nuestra cultura occidental, lo más frecuente es que una pareja
estable, unida en matrimonio o no, se limite a mantener relaciones sexuales
dentro de la pareja. De lo contrario, se considera que está siendo infiel.
Sin
embargo, no todos se encuentran cómodos con este modelo y esa especie de
contrato. Mientras a algunos los emociona la decisión de pasar el resto
de la vida con la misma persona – y tener sexo solo con ella-, a otros esa
misma idea les da escalofríos. Pero no por eso estos últimos desean renunciar a
una pareja estable, y aquí puede entrar la variable de una relación abierta
como una opción viable, siempre y cuando el acuerdo rija de la misma manera
para los dos.
Hay
quienes aseguran que una pareja abierta termina separándose, pero la realidad
es que el divorcio y la separación son moneda corriente ya sea entre parejas
tradicionales o no. Por el momento, las relaciones abiertas suelen ser
solamente una faceta que la pareja está experimentando y que tiene fecha de
vencimiento. Además, lo más probable es que se dé en personas más maduras, que
buscan rehuir de la rutina. Esos encuentros furtivos los llenan de adrenalina,
les renuevan la emoción e incluso las ganas de tener sexo con su pareja.
Pero
que hay riesgos, ¡sí que los hay! El temor más grande es que algunos de los dos
se enamore de un tercero. Por lo tanto, si desean mantener una relación
abierta, lo más conveniente es que tengan en cuenta tres cosas:
La
comunicación
Es
clave conversar y preguntarse cómo se sienten con este tipo de relación. Si
bien puede comenzar con mucho entusiasmo por las dos partes, no todos estamos
hechos para mantener una relación así, y mientras uno de los dos se encuentra
pasándola genial, el otro comienza a sufrir. Entonces, surgen los rencores, los
celos y la pareja puede peligrar. Así que eviten el sufrimiento y compartan sus
sentimientos.
Un
acuerdo
Para
evitar malentendidos, lo mejor es establecer un acuerdo entre los dos. No hay
fórmulas ni recetas para ello, pero es el momento para hablar de aquellas cosas
que les podrían molestar o que consideran una transgresión, porque una relación
abierta también tiene sus límites. Algunos ejemplos pueden ser: no mantener
relaciones sexuales con la misma persona más de una vez, volver siempre a
dormir a casa, alejarse de ese tercero si entran sentimientos en juego.
Ahora sí, si realizan cosas fuera de este acuerdo, estarían siendo deshonestos
con su pareja.
Sexo
seguro
Siempre
hay que practicar sexo seguro, pero más aún si tienen una relación abierta. Al
tener múltiples amantes, las posibilidades de contraer enfermedades de
transmisión sexual se multiplican, ¡así que por favor usen preservativo!
Tampoco querrán arriesgarse a un embarazo no deseado, especialmente si es con
alguien fuera de la pareja.
Así
como surgieron las familias ensambladas, y gozan del visto bueno de la mayor
parte de la sociedad occidental, quizás los modelos de pareja también vayan
mutando con el transcurso del tiempo.
*Fuente:
Universoalessandra.com
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