El estudio más extenso hasta ahora se publicó en el Journal of Sexual
Medicine en 2010. Su conclusión: “Aunque hemos analizado una enorme cantidad de
datos acumulados en los últimos 60 años, necesitamos más investigaciones para
decidir sobre uno de los aspectos más desafiantes de la sexualidad
femenina”. Es posible que el negocio del punto G sea un bluff erótico.
Pero hay científicos que aseguran haberlo encontrado. Recientemente,
investigadores de
una universidad italiana mostraron ecografías de 20
mujeres en las que se apreciaba “un tejido rugoso entre la vagina y la
uretra”. Natalie Angier defiende que se trata de un conjunto de
nervios profundos del clítoris en su camino para conectar con la columna
vertebral. Y en la Universidad Rutger (EE.UU) Beverly Whipple, que junto con su equipo acuñó el
término punto G en 1981, sostiene que todas las mujeres tienen mayor o menor
sensibilidad en esa zona. En cuanto a lo que las homínidas expresan, pues
en las encuestas en torno a un 50% afirma tenerlo y experimentarlo.
Mito o no. Unicornio o gatillo del placer, lo que anuncié en este post
es que genera dinero. Estos son los negocios en marcha.
Ginecólogos que cobran por ecografías para localizarlo.
Tim Spector, un reputado experto británico en estudios genéticos con gemelos,
hizo una investigación sobre el punto G. Spector aseguró que no hay ninguna
base genética que demuestre la existencia del punto G. Sus conclusiones
no fueron muy populares. Relata en su reciente y recomendable libro Post
Darwin (Editorial Planeta) que recibió numerosas cartas airadas, pero las
que más le sorprendieron fueron las de numerosos ginecólogos franceses e
italianos que cobraban a sus pacientes por localizar mediante ecografías sus
cavernosos puntos G. Las declaraciones de Spector arruinaban el negocio.
Agrandar el punto G con ácido hialurónico
Hay un boom en las cínicas de cirugía estética entre las mujeres que
pagan por tratamientos para sus genitales. Y la última moda es la propuesta de
engrosar el punto G. Una de las clínicas pioneras es Glancey Medical Associates,
en Essex, UK. Lanzaron su oferta hace tres años y aseguran haberlo realizado a
150 mujeres. Cuesta alrededor de 2000 euros y hay que regresar cada seis meses,
tiempo en que el ácido hialurónico es reabsorbido por el cuerpo. Más de 200
ginecólogos han seguido los cursos que imparte el Dr. Lucy Glancey y,
probablemente, ya tengan sus propias clientas. Con esta intervención, aseguran
que el tamaño del punto G aumenta su tamaño entre un 25 y un 50 por cierto. La
intervención dura aproximadamente una hora. Se inyecta el ácido hialurónico a
través de la mucosa, directamente en el punto G. He encontrado clínicas que lo
ofertan en EE.UU, México y Argentina.
Terapia con hipnosis
Ben y Jen Rode viven en California y allí ofrecen sus servicios como “entrenadores sexuales”.
Ben, además, es “hipnoterapeuta”. Esto quiere decir que utiliza la hipnosis en
sus terapias sexuales destinadas a aumentar la satisfacción de las
mujeres. La hipnosis, para Ben, es una técnica que ayuda a entrar en un
estado de trance y así localizar con más relajo el inexplorado punto G. La
sesión de entrenamiento, de unas tres o cuatro horas de duración, cuesta 497
euros.
Consoladores con diseño curvo y Apps para todas las plataformas
Consoladores y vibradores para el punto G los hay de todos los tamaños
y colores, la particularidad es que se curvan en el extremo. Respecto a las
Apps, pues también hay de todo. La mayoría son un tutorial para encontrarlo y
consejos para gozarlo. En itunes las hay para Iphone, Ipad, Android… Una de
ellas, Secretos del Punto G femenino, ofrece información sobre su
descubrimiento y un manual de instrucciones.
El Ninja experto en orgasmos de punto G
José Díaz inició su carrera profesional en el mundo del porno y,
practicando, descubrió los orgasmos de punto G. Interesado por la energía
sexual y sus posibilidades, viajó a Tailandia y aprendió Kung Fu sexual con un maestro del
taoísmo. Regresó a Barcelona y fusionó el Tao con el sexo. La sesión erótica
que ofrece José, cuyo apodo popular es El Ninja, se inicia con masajes de una
hora en los que, según asegura, desbloquea a lo largo y ancho de la geografía
femenina los órganos que el taoísmo asocia con las emociones y nada menos que con
siete reencarnaciones anteriores. Cuando el momento parece oportuno, prepara
una sesión erótica por 150 euros, sin límite de tiempo, en la que accede al
punto G y se entretiene.
*Fuente: Quo
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