Existe
una realidad irrefutable y es que la gente se masturba con su smartphone.
Estando en el siglo XXI es normal que la humanidad ahora busque material
pornográfico en estos pequeños dispositivos. No es que sea una opinión
personal, lo dicen las estadísticas de las principales páginas porno que
abundan en internet. En los últimos años el acceso a estas páginas a través de
un teléfono celular ha ido creciendo hasta llegar actualmente a casi el 50% de
visitas, esto significa que casi la mitad de la gente que está consultando una
página porno lo está haciendo a través de su teléfono, ya sea tumbado en su
cama, en la oficina o en algún baño público.
Empecemos
con los datos básicos: por lo general, la gente se masturba y una gran mayoría
lo hace mientras ve material pornográfico, ya sea en algunas revistas, vídeos o
páginas de internet. Seguramente coincidiremos en que la mayoría prefiere
utilizar internet —por lo menos los que tienen acceso a éste—, ya que ofrece
una cantidad infinita de material para todos los gustos y nos brinda una
absoluta confidencialidad. Son pocos los valientes que siguen utilizando esa
sobrevalorada arma llamada imaginación, esos pobres diablos que tumbados en sus
camas divagan sobre escenas y situaciones eróticas y proyectan mentalmente
imágenes sexuales sin ningún tipo de estímulo exterior. El porno se consume en
la red, según el libro de Ogi Ogasa y Sai Gaddam llamado A
Billion Wicked Thoughts: What the Internet Tell Us About Sexual Relationships
(New York: Plume, 2011), un 13% del total de búsquedas en internet
son de
contenido sexual. Y es que según un estudio de Alexa Research, el
término “Sex” es el más tecleado en los motores de búsqueda, estando
“porn/porno/pornography” en el cuarto puesto. A todo esto hay que sumarle que
internet es un pozo oscuro y sudoroso del que un 12% del total es puro material
pornográfico, por lo tanto, es utilizado como medio para lograr ciertas
eyaculaciones.
Con
este panorama no es muy complicado comprender que las necesidades básicas de la
gente se estén adaptando a esos nuevos avances tecnológicos que están presentes
en la vida diaria de las personas. Según el estudio de Maryam Kamvar y Shumeet
Baluja titulado A large scale study
of wireless search behavior: Google mobile search, una de
cada 5 búsquedas en Google a través de un smartphone es de contenido sexual.
Como en otros campos, la tecnología móvil nos está abriendo la puerta a una
nueva realidad. Ya casi nadie revisa su Facebook ni chatean en su computadora
de escritorio, ahora las personas lo hacen a través de su teléfono. Los
teléfonos celulares son las nuevas iglesias, los pueblos se generan a su
alrededor y la gente los respeta y les teme, localizando su día a día en su
periferia.
El
caso es, ¿cómo ven las páginas para adultos el futuro del porno en la red?
¿Tienen en cuenta el uso de estas nuevas plataformas? Hablando con Corey Price,
vicepresidente de Pornhub, descubrí que el camino a
seguir puede encontrarse en las aplicaciones pornográficas para smartphones.
Corey comenta que el incremento de visitas a través de dispositivos móviles ha
crecido brutalmente y cree que la gente quiere tener material pornográfico
siempre a su alcance, por si acaso. Pese a que se cree que las apps eróticas
son el futuro, actualmente resulta un poco complicado distribuirlas ya que la
mayoría de las tiendas de aplicaciones como App Store, Google Play, Windows
Phone Store o cualquier otra, tienen una política de contenidos muy estricta,
prohibiendo las aplicaciones que contengan un mínimo contenido sexual. PornHub,
en concreto, tiene una aplicación pero la distribución de esta app se vería
beneficiada si se incorporara a esas tiendas.
Corey
Price contempla que a la hora de producir contenido erótico se tienen que tener
en cuenta todas las plataformas, no se puede pensar solamente en las
computadoras de escritorio. Por la parte que le toca, a nivel de distribución,
piensa que tienen que acomodarse y trabajar con las últimas innovaciones
tecnológicas, ya sea Google Glass o los relojes inteligentes. También a la hora
de monetizar el contenido comenta que deben tener en cuenta cómo funcionan sus
productos desde el punto de vista de los teléfonos celulares, si algo no
funciona o no se puede consultar a través de un smartphone, quizás no valga la
pena perder tiempo desarrollándolo, ya que la mitad de los usuarios llegan a
través de esa plataforma.
Lo
que está claro es que masturbarse mirando el teléfono celular es algo de lo que
no nos vamos a librar y es que si lo pensamos, la masturbación siempre ha sido
algo íntimo, algo que ocultamos a los demás y por lo tanto, un dispositivo
pequeño y portátil es seguramente el mejor aliado. El teléfono celular ofrece a
esta tímida naturaleza de la masturbación un abanico infinito de posibilidades.
Es transportable, es manejable, ergonómico, disimulado y puede almacenar todo
el porno del mundo.
*Fuente:
Vice.com
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