La barba está de moda en estos días. Los
hombres jóvenes que siguen esta tendencia suelen considerarse más atractivos,
pero esta percepción podría acabar pronto y si tienes una quizá deberías buscar
otra apariencia.
Sabemos que, en un tiempo, la barba fue tan
envidiada entre los hombres como los los senos grandes entre las chicas. Sin
embargo, un estudio de la University of New South Wales, en Sídney, Australia,
sugiere que el gusto social y sexual por la barba varía mucho más de lo que
imaginamos.
El resultado más importante arrojado por el estudio
es este: entre más gente con barba exista, menos atractivos son los barbones, y
viceversa, entre más chicos completamente rasurados haya, más atractivo se
vuelve un rostro velludo. En otras palabras: cuando de barba se habla, aquel
que represente la excepción es el que tendrá más éxito.
Esto contradice la creencia general de que tener
barba es lo mejor, sin importar dónde o
cuándo. Según el profesor Rob Brooks,
en cuanto el “pico de la barba” (el momento en que la moda de la barba es
la onda y todo mundo la usa) llega a su punto más alto, comienza a caer.
El estudio, publicado en el Royal Society
journal Biology Letters se basa en múltiples muestreos de gustos
entre hombres y mujeres, a quienes se les mostraron fotografías del mismo chico
con distintos niveles de crecimiento de barba. Cuando el estilo barbón
dominaba, los encuestado encontraron más atractiva la solitaria fotografía de
la versión rasurada del sujeto. Lo opuesto ocurría cuando se mostraban fotos de
tendencia rasurada con tan solo una con barba más o menos prominente.
Este
patrón es un ejemplo de lo que algunos llaman “selección sexual dependiente de
la tendencia negativa”. En algunas especies de peces, por ejemplo, se puede
apreciar una variación de los colores de escamas más exitosos con el tiempo. No
todos los aspectos físicos varían según esta forma de selección.
Hay
patrones que se mantienen con el tiempo, como el hecho de que una gran cola de
pavorreal es más exitosa para la reproducción que una pequeña. Los científicos
creen que casos como el de la barba, que varía su atractivo según el tiempo, la
moda y la cantidad de gente que la use, tiene que ver con poder demostrar que
eres un chico adaptable, uno que sabe establecer su diferencia frente a los
demás.
En
2013 hubo un boom de la barba: “La idea es que la gente lo ve en rostros como
el de George Clooney y Joaquin Phoenix, que son exitosos, y desea imitarlos.
Sin embargo, tiempo después, todo mundo lo trae y la burbuja estalla”.
Este
año, la burbuja estalló cuando, en enero, Jeremy Paxman se presentó rasurado y
afirmó en su noticiario de la BBC que “la barba es TAN 2013…”
Esta
afirmación generó un serio debate en Twitter en torno a la barba: la tendencia
del año comenzaba a revertirse.
Y a
todo esto: ¿cómo se sabe que ya se alcanzó “el pico de la barba”? A decir
verdad, nunca es muy claro cuánto es demasiado, y es falso que absolutamente
todos los hombres se dejen crecer la barba en algún momento. Entonces, ¿qué
otros factores intervienen en este vaivén de la moda?
Para
nuestra sorpresa, Brooks afirma que está condicionado por las crisis
económicas. Según él, cuando la crisis económica mundial estalló en 2008,
algunos chicos comenzaron a dejarse la barba para sus entrevistas de trabajo,
lo que les dio ventaja sobre aquellos que lucían como el resto. Así, estar
afeitado se relacionó con un estado pre-crisis, mientras que tener la barba
crecida daba la impresión de adaptación.
Estos
investigadores tienen un montón de datos locos sobre el cambio en el manejo de
la barba a través de la historia.
“Después
de la caída de Wall Street en los años 20, hay pruebas circunstanciales de que
las barbas se agrandaron. Este y otros datos son argumentos a favor de que las
condiciones económicas sientan las bases para la longitud de las barbas”.
Este
loco equipo planea seguir investigando. Actualmente se proponen conocer la longitud
perfecta para el vello de un hombre barbado.
“Una
longitud de entre 5 y 10 días parece ser la más adecuada en nuestro último
estudio, pero se trata de tendencias medias. Afortunadamente, la gente en la
vida real nunca se aparea con tendencias medias. Nos apareamos con
individuos” concluye el doc con un tono tan poético como ese al que
un científico puede aspirar.
En
fin, la moraleja de esta historia es clara: si quieres.
*Fuente: Sopitas
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