21 de octubre de 2014

5 retos para las parejas del siglo XXI


Desgraciadamente, hay muchas situaciones en las que nuestras madres y abuelas no tienen ningún consejo probado que puedan darnos.
Las relaciones dan trabajo, pero cada generación enfrenta diferentes retos en el terreno del amor. Estos son los que pueden resultar más desafiantes para ti y tu pareja actualmente:
Celulares
Hoy día podemos comunicarnos a cualquier hora y desde cualquier sitio del planeta. Los celulares han facilitado las relaciones a un nivel inimaginable hace 20 años, y los mensajes de texto permiten la solución tanto de problemas prácticos ("amor, pasa por leche") como emotivos (" a pesar de todo, te amo"). Sin embargo, también han traído una nueva controversia acerca de qué es infidelidad en estos tiempos. El sexo ya no es la única razónde rupturas; un mensaje de texto atrevido enviado a una tercera persona enfrenta a muchas parejas al dilema de la "infidelidad emocional". "Como no hay contacto físico, algunos no lo ven como un problema. Pero a otros puede destruirles la confianza en la relación", dice Melissa Cooper, consejera sentimental.
Facebook y redes sociales
¿Quién no ha tenido la pelea de Facebook? Basta encontrar un comentario de una ex en la
página de tu pareja... y se desata la tormenta. Las redes sociales pueden ser motivo de conflicto en las relaciones, pero para los expertos sólo es un nuevo modo de lidiar con los viejos problemas de los celos y la inseguridad. Según Karen Brooks, experta en cultura pop, "lo que debes entender es que si tu pareja es capaz de comunicarse con su ex, eres muy afortunado; no se lo prohíbas: lo convertirías en la manzana prohibida". Al final, la clave está en la confianza.
La ambición laboral
La generación de nuestros abuelos tenía los roles de cada integrante de la pareja muy bien definidos. El hombre salía a trabajar mientras que la mujer cocinaba y limpiaba la casa. Las mujeres de hoy ya no se conforman con ocupar el papel secundario cuando se trata de profesión. Trabajamos igual de duro que nuestros chicos, y eso puede generar tensión en la casa cuando llega el momento de decidir quién se ocupará de las tareas del hogar. La solución, según Cooper, es trabajar en equipo y no pensar que estás reforzando un viejo estereotipo cada vez que le cocinas una cena a tu amorcito. "Si hay algo que hacer y tú llegaste primero a casa, entonces prepara la comida o echa la ropa a la lavadora. Si los dos están luchando por un mismo objetivo, eso no te convierte en víctima".
Compromisos a medias
No están solteros. Pero tampoco están juntos. Están... ¿Cómo diríamos?... "Saliendo". Este tipo de relación, en la que puedes tener lo mejor de los dos mundos, se está convirtiendo en un fenómeno actual: "La nueva generación  habla de la idea de una mejor oferta; por tanto, les tiene fobia a los compromisos serios. Ahora bien, eso también es algo que han aprendido de sus padres, quienes les aconsejan que no se echen encima las obligaciones de una relación demasiado pronto", anota Brooks. Aunque el limbo de las relaciones modernas puede ser frustrante, también tiene sus beneficios. "Vivimos en el mundo de la comida rápida', donde todo tiene que ser apresurado, y a menudo no dedicamos el tiempo que deberíamos a conocernos, lo que debe ocurrir en una relación", agrega Brooks. Aunque algunos dicen que es miedo al compromiso, "salir con alguien" puede ser una buena manera de continuar creciendo como individuo, al mismo tiempo que entiendes lo que significa querer a otra persona. Míralo como una especie de entrenamiento para la relación.
Seguir en casa
Aproximadamente el 50% de la generación  sigue viviendo con sus padres durante sus 20 años, y sólo deja el hogar cuando se va a vivir con su pareja. Esto nos hace preguntarnos: ¿será que esa transición abrupta del rol de niño a las responsabilidades de adulto presiona mucho la relación? Absolutamente, dice Brooks, quien piensa que los padres que no sacan de la casa a sus hijos a los 18 años no les están haciendo ningún favor. "Tener tu propia casa siendo joven, te enseña a ser independiente, a ajustarte a un presupuesto y a convivir con otros, porque los padres suelen tolerar el comportamiento que otras personas no permiten", explica Brooks. "Es sólo cuando te vas del hogar paterno que aprendes lo que es aceptable en un entorno comunitario".
Pararte en tus propios pies antes de vivir con una pareja, te ayuda a no recostarte ni a depender de los demás. "Bajo el techo de tus padres sigues siendo niño; la dinámica no cambia. Si vas directo a una relación de pareja, corres el riesgo de adoptar el rol de niño nuevamente", concluye la experta.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

También te puede interesar...