-Por Oscar Leonardo Parra
La sociedad se ha convertido en la plaza donde se somete
a la mujer al escarnio público cuando decide mostrarse tal y como es,
expresando su sensualidad y deseos abiertamente. Puta es sinónimo de
prostituta, mujer que cobra a cambio de sus servicios sexuales pero no todas
las mujeres cobran. Puta le llaman a aquella mujer que decide pintarse los
labios de rojo, que decide usar unas medias de encaje, que decide usar
transparencias, que decide usar minifalda, que decide masturbarse, que decide
tener sexo sin compromiso, que decide besar a quien le gusta; Pues si estas
actitudes son características de una puta, entonces toda
mujer tiene algo de puta.
El mundo
está ávido de esas mujeres decididas, con personalidad, atrevidas, de mente
abierta, mujeres
seguras, extrovertidas y llenas de espíritu pero cuando una mujer hace lo que
quiere (guardando las proporciones) aparece la doble moral de la que tanto nos
quejamos pero hacemos parte; el hombre quiere una mujer que lo satisfaga pero
si se comporta sin miedos y con los pantalones bien puestos para decirle al
mundo lo que desean es tachada como puta, como un objeto sexual pero ellas
también sienten y tienen el derecho a disfrutar de lo que desean y lo que
quieren para sus
vidas en cualquier ámbito tanto sexual como laboral y familiar.
Los hombres
siempre están esperando tener una mujer para mostrar ante la sociedad y nos
hemos encargado que la mujer ideal sea una madre abnegada, una esposa
sumisa, una hija solapada, esa mujer intachable a la cual jamás se le
relacionaría con algún acto carnal y es por culpa misma de las mujeres que el
hombre las ha sometido a cumplir esos roles que aún son notorios después de 14
años de transcurrido del siglo XXI, porque muchas por ese miedo a ser
tachadas de puta no expresan sus sentimientos y pensamientos libremente. Cada
segundo en el mundo una mujer es victima de violencia, abuso o discriminación y
aunque no hay ninguna razón valida tal acto, todos, hombres y mujeres
deberíamos emprender acciones para que tales situaciones no ocurran mas y
permitan la libre expresión de los deseos femeninos ante la sociedad.
Las mujeres
de hoy en día no necesitan de un hombre para salir adelante ni para que las
mantenga, son mujeres independientes que tienen los mismos derechos y deseos de
un hombre y se consideran putas por disfrutar de su sexualidad libremente, pero las
mejores putas son aquellas que se valoran más a sí mismas, que son capaces
de tomar decisiones en pro de su bienestar, como sacar a un
hombre de su vida que no le aporta nada bueno ni la complementa,
que deciden acostarse con un hombre porque ellas quieren y
no porque un hombre se los impone.
Hombres, valoremos a
esas mujeres con personalidad, valientes y decididas a vivir su vida sin
tapujos ni miedos a ser juzgadas por sentir y vivir como les plazca, en busca
del placer y su satisfacción personal. Mujeres, atrévanse a expresar su
sensualidad y sexualidad libremente, vivan con el corazón y sean las mejores
putas, llenas de virtudes, deseos, pasiones y sentimientos que no le hacen daño
a nadie más que a sí mismas si no los viven a plenitud.
*Fuente: Boudoir
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