Utilizar un lenguaje aniñado, con
tonos melosos y diminutivos excesivos, tal cual nos dirigiéramos a un bebé,
puede tener un contexto poderoso en pareja. ¿Hasta dónde esas muestras de
cariño pueden contener otros significados?
Dirigirnos
palabras dulces, con efectos tonales suaves y juegos de palabrillas rebuscadas
en diminutivo, más allá de una conducta, implica naturaleza y es casi un
tatuaje cerebral cuando deseamos expresar ternura. Este lenguaje, universal y
utilizado en todas las culturas, de acuerdo con los investigadores G.
Bryant y H. Barrett, en su estudio Recognizing intentions in
infant-directed speech: Evidence for universals (2007), nos predispone a la
protección, al consuelo. ¿Has notado cómo reacciona
cualquier adulto al escuchar a un bebé llorar? Tratará de calmarlo con lenguaje y gestos aniñados.
cualquier adulto al escuchar a un bebé llorar? Tratará de calmarlo con lenguaje y gestos aniñados.
Justo este
mismo propósito: este deseo de proteger, revelar apego y generar erotismo se
integra en las relaciones de pareja. Y pueden ser tan cursis como sexis. Sin
embargo, también pueden traducir otras características.
Recrear a nuestro ‘niño(a) interior’, hacer guiños y aspavientos infantiles nos ha funcionado de maravilla con el sexo masculino. Y nada como –además- agregarle dulce con una vocecilla mimada. No obstante, precisamente por ese sistema de recompensa y obtención de beneficios, su matiz en las dinámicas sexuales y de pareja puede contener mucho deseo de control.
Recrear a nuestro ‘niño(a) interior’, hacer guiños y aspavientos infantiles nos ha funcionado de maravilla con el sexo masculino. Y nada como –además- agregarle dulce con una vocecilla mimada. No obstante, precisamente por ese sistema de recompensa y obtención de beneficios, su matiz en las dinámicas sexuales y de pareja puede contener mucho deseo de control.
Asimismo,
cuando un hombre lo utiliza con su mujer, puede sostener ciertos
ingredientes de limitación. Es un sello común en hombres que tratan a su mujer
en la vida diaria o en el contacto sexual como si fuera una niña. Es decir,
utilizan la dominación, la sobre protección, hasta intenciones de anulación. No
es una regla general pero tampoco lo más adecuado. En especial en contextos en
donde se detecta el chantaje o la manipulación. O sea, no te estoy
diciendo que suprimas todo código de pareja donde este tipo de expresión se dé,
pero echa ojo a las ocasiones en las que las utilizan.
Digamos que tu pareja usa este tipo de ‘lenguajito’ al solicitarte ciertas prácticas que cree que probablemente te resulten incómodas o te hagan sentir inadecuada/o. O bien, que se hayan acostumbrado a comunicarse de ese modo en sus encuentros sexuales. Pese a que la plenitud erótica (de contacto a través de los cinco sentidos) es un valor subjetivo y personal -y ustedes pueden encontrarlo no sólo divertido sino gratificante- también puede indicar aspectos nada positivos. Por ejemplo, cierta incapacidad para asumirse como adultos, de integrarse sexualmente como seres auténticos fuera de esos semi personajes creados en esa línea infantiloide.
Toda expresión de la sexualidad tiene
validez, obvio, siempre y cuando no lastime física o emocionalmente a ninguno
de sus integrantes; más, fuera de juegos de roles, o que justo funcione como un
detonador para su excitación, mantener el baby talk como una constante también
puede indicarles no sólo un estilo sexual restringido sino cómo están intimando
o dirigiendo sus dinámicas. Detecta qué tan limitante, controlador o
manipulador puede ser.
Por otro
lado, según un reciente estudio de la Universidad Británica de Sheffield, la
voz femenina es mucho más compleja, abarca toda el área auditiva del cerebro y
la de ellos sólo requiere del sector subtálmico. Hicieron pruebas a través de
la resonancia magnética y concluyeron que, por tamaño y forma de nuestras
cuerdas vocales y laringe, emitimos frecuencias de sonido confusas para el
cerebro masculino. El tono suave y melódico de voz de ciertas mujeres, pueden
causar dispersión en los hombres y después de varios minutos provocar
cansancio. Es por eso que cuando una mujer tiene una voz grave o ronca, es
capaz de captar la atención de un público conformado por hombres, por encima de
una de voz dulce o chillona. Imagina si continuamente le hablas en ese tono aniñado y dulzón.
¿Querías atención?
*Fuente: Elsy Reyes
ta bonito, me guto muchito
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