Mucha gente
aún cree, por falta de información adecuada al respecto, que la homosexualidad
es una enfermedad que puede curarse o contagiarse. La preferencia sexual no se
aprende ni se enseña. Ninguna persona decide por quién se siente atraído ni
cómo cambiar esta atracción. Las personas homosexuales o bisexuales no pueden
cambiar su preferencia, tampoco los heterosexuales.
Por otro
lado, a lo largo de nuestra vida, sí podemos ir
definiendo poco a poco nuestra
preferencia, y alguien que alguna vez creyó que era heterosexual puede
descubrir que en realidad es bisexual u homosexual. Esto no significa que haya cambiado, sino que sólo descubrió
su verdadera preferencia sexual.
*Fuente:
Libro “Sexualidad: los jóvenes preguntan “
por Juan Luis Álvarez – Gayou Jurgenson / Paulina
Milán Álvarez
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