¿Qué pasa cuando la Navidad, época de paz y alegría, se convierte en un verdadero caos? No lejos de cualquier realidad saturada por obligaciones, el quedar bien, compromisos, acuerdos y negociaciones.
Llega la esperada Nochebuena en casa de la suegra. Ver a toda la familia política, el compromiso de hacer regalos y el forzoso abrazo deseando ¡Feliz Navidad! Los adornos brotan por doquier, una simple perfección. Una mesa elegante que recorre todo el comedor. ¿Con quién me sentaré y con quién platicaré? ¿Qué hago si no me gusta la comida? Cada minuto se hace una eternidad…
La discordia principal de las vísperas de Navidad recae en la pareja. Tu propia frustración de no poder o no querer llevarte bien con tu familia política, tu tensión de no ser aceptado, tu enojo de ver esta festividad como una obligación es transmitido y desplazado a tu pareja.
Para no poner a prueba tu relación y llevar una armonía durante estas festividades, te dejamos algunos tips para
sobrevivir la navidad con tu familia política:
Acuerdos cada Año
¿En casa de quién toca este año? Es muy importante tener un diálogo abierto y de mucha confianza. Los desencuentros son disparadores del crecimiento. Así que con una negociación asertiva, hablar con tu pareja cada año sobre dónde celebrarán la Nochebuena y la Navidad evitará sorpresas de último momento. Se recomienda ampliamente que exista equidad.
Alíate con tu pareja
Que mejor respaldo que el de tu pareja. Demuéstrale que para ti lo más importante es que estén bien y que son un equipo. Ambos escuchen, cedan, respeten y tomen decisiones en conjunto. Esto te dará mucha seguridad durante estas festividades frente a tu familia política. Haz que los perciban fuertes y unidos.
Respeto
¡El pavo se cocina diferente en casa de mi abuela! ¡Porque tanto show con los regalos! ¡Me choca tener que dar un speech Navideño! Evita las críticas pues finalmente es su familia. El respeto promoverá que él también acepte a tu núcleo familiar. Seguramente en la convivencia en su espacio, encontrarás muchas cosas diferentes a lo que estás acostumbrado.
Debes estar dispuesto a esforzarte y respetar su estilo de vida, no intentes comprenderlo, simplemente respétalo.
Sorprende a tu suegra
Nunca está de más tener alguna atención con la suegra. Sorpréndela con un detalle: anímate a llevar alguna botana, el postre o algo que acompañe la fiesta. Que tengas este tipo de detalles dará pie a un buen recibimiento y agradecimiento por su parte.
Ayuda en lo que puedas
Aunque a tu suegra y cuñadas les guste tener el control de la cena al 100% no está de más preguntarles: “¿En qué puedo ayudar?”. Con esta simple frase demostrarás tu disposición e interés en integrarte a su familia.
Fuera protagonismos
En ocasiones, para tratar de contrarrestar el nerviosismo, es común que uno tienda a hablar, hablar y hablar. ¡Ser el centro de atención! Todas las miradas estarán sobre ti. Es importante no querer acaparar en terreno. Aprende a escuchar, dar preferencia a las pláticas de los mayores y saber cuándo hablar de ti.
Plan estratega
Llega el momento que tu pareja tiene que retirarse para contestar una llamada o ir al baño. ¡Te quedas solo! ¿Qué hacer? El quedarte checando Facebook o Twitter no será una buena impresión de convivencia. Seguramente habrá niños jugando cerca de ti. Puedes acercarte a ellos para entrar a su plática, son fáciles, libres de máscaras y juicios. Estarán entusiasmados de platicar de Santa Claus y muy contentos de tener a alguien que les cuente alguna historia o les ayude a buscar el trineo en el cielo. Este tipo de convivencias infantiles será una magnífica forma de demostrar tu interés de integración con su familia.
Aguas con el alcohol
Una copita de vino te ayudará a relajarte y no sentirte ajeno al ambiente. Es probable que estés sumergido en un vaivén de emociones que harán que estés más susceptible a que se te suba más rápido. Tu peor escenario: ¡emborracharte! Que tu habla se vuelva poco entendible, arrastrar la boca, dificultad en tu coordinación motriz harán de la Navidad un completo desastre. ¡Ten control de la situación!
Señal secreta
El que tu familia vea algún gesto, mueca o pellizco por debajo de la mesa a tu pareja como señal de que ya quieres marcharte serán puntos menos a tu favor. Acuerda con tu pareja antes de llegar a la comida o cena que en el momento que desees retirarte le harás una sutil seña (rascarte una parte de tu cara, tocarte el cabello, etc) Tu pareja dirá en voz fuerte “ya es tarde nos retiramos, muchas gracias”. De esta forma ante sus ojos no serás tú el antipático que no quiso quedarse más tiempo.
*Fuente: Actitudfem
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