1. La
posición correcta: Para masturbarlo un buen rato sin cansarte, el
truco está en la postura. Primero averigua si él lo prefiere parado, sentado o
acostado, y luego busca la mejor postura para ti. Lo mejor es empezar de
rodillas para que tengas completo dominio y control del área, puedas verlo a
los ojos y sobre todo, le hagas saber que está a tu completa disposición (una
parte muy excitante de esta práctica es la sensación de control que tienes
sobre su placer).
2. Posición
de la mano: Ya que estás en la posición más cómoda para ambos
viene la parte de agarrar el pene con tu mano. No necesitas utilizar los 5
dedos, de hecho, algunos expertos recomiendan que uses sólo 3 dedos para
la
parte de arriba y con los otros 2 puedes jugar con los testículos.
3. Firmeza: La
mayoría de los hombres disfruta de una mano firme alrededor de su pene, les
gusta sentir la presión y la fuerza, pero cuidado, recuerda que tienes entre
tus manos algo tan preciado como su cerebro, así que tampoco se trata de
tomarlo como si fuera martillo. La presión ideal es como si estuvieras
agarrando el manubrio de la bicicleta, con suficiente fuerza para no caerte
pero sin apretar tanto que se te entierre en la mano. Aquí el truco está en
apretar y observar la reacción, mueve tu mano intercambiando aumentando y disminuyendo
la presión y ve si le gusta lo que estás haciendo.
4. Ritmo: Una
vez que empieces a mover tu mano ya lo tienes controlado. Ahora es cuestión de
cambiar la velocidad y el ritmo según él vaya reaccionando. A la mayor parte de
los hombres les gusta ir de menor a mayor intensidad y aumentar mucho la
velocidad cuando vayan a terminar. La mejor forma de encontrar el ritmo
adecuado es pedirle a tu pareja que él te guíe con su mano sobre la tuya. Ten
cuidado con los tirones, aunque aumentes la velocidad no se trata de querer
arrancarlo y la piel de la raíz del pene es mucho más delicada que la de la
punta, así que ten cuidado conforme vas moviendo la mano.
5. No te
detengas: Lo importante de estar en una posición cómoda es
que, una vez llegado el punto de “no retorno” (cuando ya se está acercando a la
eyaculación) no puedes detenerte ni disminuir la velocidad. Igual que nosotras,
si cambias de movimiento justo antes de terminar perderá el impulso y tendrás
que cambiar de posición o empezar nuevamente. Por eso necesitas estar en una
postura que te quede cómoda y en la que no se te canse la mano ni el brazo.
6. Los
testículos: Igual que cuando estamos haciendo sexo oral, los
testículos juegan una parte importante en su excitación. Si puedes acarícialos con
la otra mano, sin perder el ritmo. Todo un reto.
7.
Lubricación: Para que tu mano resbale suavemente y él disfrute
más, la piel del pene debe estar lubricada. Puedes usar un lubricante
comercial, tu saliva o el líquido pre seminal que tu chico va a producir.
8. Zonas más
erógenas: La cabeza le pene tiene muchas terminales
nerviosas, así que no olvides incluirla en el movimiento. Puedes soplarle o
darle palmaditas con los dedos, así como acariciarla con el dedo gordo mientras
el resto de tu mano está en la parte de abajo.
9. Obsérvalo:
La mejor forma de aprender lo que le gusta a tu
chico es observar cómo lo hace él. Ellos no esperan que nos salga idéntico el
proceso (ni siquiera les gustaría) pero así tendrás una mejor idea de qué
velocidad y ritmo debes emplear.
10.
Sorpréndelo: Algo padrísimo que tiene esta práctica es que
puedes hacerla rápidamente y en cualquier escenario, así que no te contengas y
sorprende a tu pareja cada que sientas ganas. Empieza tocando su muslo y
acercándote lentamente, si no te detiene seguro está en el mismo mood que tú y
… ¡adelante!
*Fuente: Actitudfem.com
Muy buenoooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!
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