25 de febrero de 2014

¿Se puede salvar una relación tras una infidelidad?


La doctora estadounidense Bonnie Eaker Weil cree que no hay que terminar una relación por una infidelidad. En su libro Make Up, Don’t Break Up (Hagan las paces, no se separen) desarrolla una teoría capaz de salvar cualquier pareja que haya tenido que pasar por este trago. Y los números cantan: el 98% de las parejas que acuden a su consulta se reconcilian. La doctora Weil nos desvela su fórmula secreta en 5 pasos.

Las cosas claras
Sean sinceros y platiquen sobre cuándo empezó la aventura y por qué.
“Esta parte es la peor”, reconoce la doctora Weil, “pero es vital enfrentarse a ella si de verdad se quieren arreglar las cosas. Aunque tengas la sensación de que vas a
destrozar a tu pareja, lo cierto es que vas a ayudarla a entender qué falló y el motivo del desliz”. De todas formas, no es necesario regodearse en los detalles morbosos. Como explica el sexólogo sevillano José Sánchez de Cueto, “lo único que se consigue dando detalles es crear ansiedad y ganas de saber más, algo que no conduce a ninguna parte. Hay que centrarse en lo básico: analizar por qué pasó para poder arreglar las cosas. Al fin y al cabo, una infidelidad siempre oculta algún problema en la relación”.

¿Dónde estuvo el error?
Identificar la causa puede servirnos para evitar que esta situación se repita en el futuro. “La infidelidad suele ser un comportamiento aprendido”, apunta Weil. “Quizás, sin darte cuenta, estás imitando la conducta de una persona a la que admiras. Si es así, y tomas conciencia de ello, te resultará mucho más fácil pasar página”

Compartir la culpa
La experta norteamericana advierte de que “muchas veces la responsabilidad es compartida”.
El engañado normalmente sabe lo que está ocurriendo mucho antes de que su pareja se lo confiese: ve que el otro llega siempre tarde a casa, que no le contesta al teléfono, que actúa de forma rara… Al no decir nada, la persona traicionada contribuye a que la situación empeore”, añade la doctora Weil. Ya sabes lo que te toca si albergas sospechas. Tampoco te vuelvas paranoico, pero hay señales claras que a veces nadie quiere leer.

Dénse un respiro
Tras asumir su parte de responsabilidad (activa o pasiva) tómense un tiempo para valorar su relación.
En estos casos, la doctora Weil lleva a cabo una terapia radical. Cuando a una persona infiel le cuesta mucho acabar con una aventura, por ejemplo, la obliga a irse a vivir con su amante. “Al convertir esa relación idílica en una realidad tangible”, explica esta experta, “la persona se da cuenta, invariablemente, de que no era lo que buscaba”. Si te parece una solución demasiado drástica, puedes optar por separarte un tiempo de tu pareja. “La distancia les hará recordar por qué decidieron estar juntos, y por qué es importante que encuentren la manera de volver a estar unidos”, asegura la doctora Weil. Muchas veces una separación sirve para que la otra persona se dé cuenta de lo que se está perdiendo (y de lo poco que está ganando a cambio).

Borrón y cuenta nueva
Después de una temporada separados, la vuelta a la convivencia debe ser paulatina… y realista. “Puede que las heridas tarden en cicatrizar, y nada va ser igual desde el principio”, advierte la experta. Tómate este impasse como una oportunidad para volver a conquistarla, para demostrarle que eres el mismo que tiempo atrás consiguió que cayera rendida a sus pies.

*Fuente: Mens Health


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