La doctora estadounidense Bonnie Eaker
Weil cree que no hay que terminar una relación por una infidelidad. En su libro
Make Up, Don’t Break Up (Hagan las paces, no se separen) desarrolla una teoría
capaz de salvar cualquier pareja que haya tenido que pasar por este trago. Y
los números cantan: el 98% de las parejas que acuden a su consulta se
reconcilian. La doctora Weil nos desvela su fórmula secreta en 5 pasos.
Las
cosas claras
Sean sinceros y platiquen sobre cuándo
empezó la aventura y por qué.
“Esta parte es la peor”, reconoce la
doctora Weil, “pero es vital enfrentarse a ella si de verdad se quieren
arreglar las cosas. Aunque tengas la sensación de que vas a
destrozar a tu
pareja, lo cierto es que vas a ayudarla a entender qué falló y el motivo del
desliz”. De todas formas, no es necesario regodearse en los detalles morbosos.
Como explica el sexólogo sevillano José Sánchez de Cueto, “lo único que se
consigue dando detalles es crear ansiedad y ganas de saber más, algo que no
conduce a ninguna parte. Hay que centrarse en lo básico: analizar por qué pasó para poder arreglar las cosas. Al fin y al
cabo, una infidelidad siempre oculta algún problema en la relación”.
¿Dónde
estuvo el error?
Identificar la causa puede servirnos
para evitar que esta situación se repita en el futuro. “La infidelidad suele
ser un comportamiento aprendido”, apunta Weil. “Quizás, sin darte cuenta, estás
imitando la conducta de una persona a la que admiras. Si es así, y tomas
conciencia de ello, te resultará mucho más fácil pasar página”
Compartir
la culpa
La experta norteamericana advierte de
que “muchas veces la responsabilidad es compartida”.
“El engañado normalmente sabe lo que está ocurriendo mucho antes de
que su pareja se lo confiese: ve que el otro llega siempre tarde a casa, que no
le contesta al teléfono, que actúa de forma rara… Al no decir nada, la persona
traicionada contribuye a que la situación empeore”, añade la
doctora Weil. Ya sabes lo que te toca si albergas sospechas. Tampoco te vuelvas
paranoico, pero hay señales claras que a veces nadie quiere leer.
Dénse
un respiro
Tras asumir su parte de
responsabilidad (activa o pasiva) tómense un tiempo para valorar su relación.
En estos casos, la doctora Weil lleva
a cabo una terapia radical. Cuando a una persona infiel le cuesta mucho acabar
con una aventura, por ejemplo, la obliga a irse a vivir con su amante. “Al convertir esa relación idílica en una
realidad tangible”, explica esta experta, “la persona se da cuenta, invariablemente, de
que no era lo que buscaba”. Si te parece una solución demasiado
drástica, puedes
optar por separarte un tiempo de tu pareja. “La distancia les hará recordar por qué decidieron estar juntos, y por qué es importante que encuentren la manera de volver a estar unidos”,
asegura la doctora Weil. Muchas veces una
separación sirve para que la otra persona se dé cuenta de lo
que se está perdiendo (y de lo poco que está ganando a cambio).
Borrón
y cuenta nueva
Después de una temporada separados, la
vuelta a la convivencia debe ser paulatina… y realista. “Puede que las heridas tarden en cicatrizar, y nada
va ser igual desde el principio”, advierte la experta. Tómate
este impasse como una oportunidad para volver a conquistarla, para demostrarle que eres el mismo que tiempo atrás
consiguió que cayera rendida a sus pies.
*Fuente: Mens Health
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