Revisar su
correo electrónico, tener las claves de sus tarjetas, ¿es una muestra de que la
pareja no tiene secretos o un desconocimiento de que cada uno debe tener sus
espacios? Aunque no lo creamos, este aspecto de la relación puede ser clave en
nuestra vida sentimental y muy relevante a la hora de ser o no felices.
“La pareja
constituye un espacio de privacidad creado por ambos en forma voluntaria y
consciente, sin embargo, el sistema llamado pareja, está constituido por dos
individuos independientes y libres, que han decidido compartir un tiempo de sus
vidas, con otra persona. El mito de la media naranja es falso, el otro no es
algo que falta, sino un TODO, muchas veces con diferente historia familiar,
cultura, personalidad, costumbres, valores, intereses, etcétera”, explica
Esther Morales León, psicóloga UC.
1. Está contraindicado hablar de las ex parejas. Todo lo que atañe a ambos puede y debe ser compartido, pero en el tema
individual hay un límite, cada uno debe mantener un espacio de privacidad,
aceptado y respetado por el otro.
Por
ejemplo, está contraindicado hablar en detalle sobre las ex parejas, ya que
cada experiencia es diferente y no tiene sentido relatar algo tan personal, que
puede ser mal interpretado.
2. Jamás contestar el celular. El celular es un aparato de uso personal, por lo tanto no deben
responderse los llamados y menos revisarlo, quienes optan por este
comportamiento, generalmente son personas inseguras, celosas y con baja
autoestima, que no confían en su pareja.
3. Cuentas y contraseñas de mails y redes sociales.
El mail es
un correo de tipo privado, por lo cual la clave es secreta y no debe ser
compartida, ni siquiera con la pareja. En el caso de las redes sociales, son
sistemas de información pública que compartimos con otros, pero la clave es
personal.
4. Cuentas bancarias all inclusive, claves y transacciones sin supervisión.
En caso de
sólo un miembro de la pareja trabaje, se pueden producir muchos problemas al
tener cuentas bipersonales o tarjetas de crédito compartidas, especialmente si
uno de ellos es irresponsable o excesivamente gastador. El ideal en esta
situación, al igual que si ambos trabajan y tienen ingresos, es que tengan
cuentas y tarjetas separadas, haciéndose responsables de sus egresos y
aportando a los gastos de la casa, en forma proporcional a lo que ganan.
5. ¿Dónde estás, dónde fuiste, qué hiciste?
Cuando una
pareja es sana y equilibrada, cada uno comenta libremente al otro acerca de sus
actividades durante el día, los interrogatorios son de mal gusto y demuestran
inseguridad, miedos y falta de confianza. Tampoco es bueno estar llamando a la
pareja permanentemente durante el día, a veces un llamado basta.
Pasar mucho
tiempo con la pareja, querer saber todo lo que piensa , lo que siente, lo que
hace, es típico de relaciones dependientes y adictivas, donde ambos terminan
por ahogarse y cansarse del otro, haciendo colapsar la relación. La simbiosis
de pareja se debe a inmadurez, trastornos de personalidad, baja autoestima,
celotipia, malas experiencias anteriores, etc.
También
puede ocurrir que uno de los dos sea dominante, controlador, y el otro sumiso,
que permite abusos, para evitar perder al compañero (a).
En general
la pareja es un sistema donde es deseable la igualdad entre los sexos, el
equilibrio, el compartir y el apoyo mutuo, no una relación de dominio-sumisión,
típico de sociedades atrasadas y machistas.
En toda
pareja sana, cada uno tiene espacios personales, para compartir con su familia,
amigos, colegas, hacer deporte, tener hobbies, descansar y esos espacios no son
vistos como amenazantes por el otro, sino como algo necesario, que genera una
relación de buena calidad, que puede prolongarse en el tiempo y permitir el
crecimiento de ambos como personas.
Esther
Morales León
Psicóloga
Clínica U.C
Fuente: Esther Morales
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