Anteriormente la
circuncisión estaba relacionada a prácticas religiosas o problemas de fimosis,
por lo que poco se conocía de los beneficios en la vida sexual del hombre.
Recientes estudios avalan
que los hombres sin prepucio tienen menor riesgo de contraer enfermedades de
transmisión sexual como el sida o el cáncer desarrollado por el VPH, mantienen
una mejor higiene y un mayor placer sexual.
El secretario general de la
Federación Española de Sociedades de Sexología (FESS), Miguel Angel Cueto,
explica que "cuando la corona se encuentra estimulada, las sensaciones que
experimenta son lentas, cálidas y muy ricas en calidad. Entre los hombres
circuncisos el frenillo tiende a ser la parte más sensible de su pene y el
glande la mayor fuente de placer".
Según Cueto, "la mujer
no es capaz de discriminar, durante el coito, esta diferencia ni