A
continuación y con la ayuda del psicólogo Mark Manson presentamos
5 de las tendencias más comunes en las relaciones, que muchas parejas piensan
que son sanas y normales, pero en realidad son vicios que terminarán por
lastimarte a ti o a tu pareja.
1.
Comprar las soluciones a los problemas de relación
Cada vez
que un gran conflicto o problema surge en la relación, en lugar de resolverlo,
se le cubre con la emoción y los buenos sentimientos que vienen con la compra
de algún regalo o de salir de viaje a alguna parte, ocultando permanentemente
los problemas reales con placeres superficiales.
No sólo
barre el verdadero problema debajo de la alfombra (de donde resurgirá de peor
forma la próxima vez), sino que sienta un precedente poco saludable dentro de
la relación. Esto no es un problema de género necesariamente, y en muchos casos
el sexo es utilizado para desviar la atención del problema al pensar que sirve
de solución parcial.
2.
Sabotear la relación
Muchas
personas tienen la impresión de que las relaciones estables son aburridas, por
lo que intentan sabotear sus relaciones para hacerlas más interesantes.
Cualquiera de los dos intentará generar problemas en su relación menospreciando
o
competiendo con su pareja, buscando crear un conflicto sobre cosas
insignificantes. A veces se generan
estos problemas debido al mítico “sexo de reconciliación” que le sigue, y otras
veces lo hacen simplemente porque les gusta provocar a su pareja.
Este hábito
no sólo no elimina el tedio que se puede llegar a sentir en una relación, sino
que pone en riesgo constante al compromiso. La persona que trata de sabotear su
relación por la emoción que le genera, utiliza la relación de pareja como una
herramienta para su propio placer. Es denigrante, degradante y un ejemplo
clásico de egoísmo.
3.
Holgazanería en la relación
Es común
encontrar en nuestra pareja un lugar de seguridad y tranquilidad, ya no nos
resulta necesario el esfuerzo que hacíamos para tener un valor sexual en el
mercado cuando estábamos solteros. De repente encontramos una zona de confort
en nuestra pareja para resguardamos y terminamos por abandonar las actividades
que nos daban una identidad. Esto lleva al sedentarismo y a la rutina.
Una de las
razones por las que buscamos tener una pareja es para el famoso dicho de
“asentar cabeza”, pero esa seguridad que encontramos en el compromiso, no
significa el total descuido de nuestra persona, es importante mantener
actividades de pareja e individuales que sigan nutriendo la relación.
4.
Cambiar a nuestra pareja.
Te enamoras
de una persona por sus cualidades, su personalidad, su visión de la vida y sus
metas (a veces hasta por sus defectos) pero en el transcurso de la relación,
empiezas a intentar moldear a tu pareja para que cuadre con tus expectativas,
cambiando en esencia las cualidades que alguna vez te resultaban atractivas.
Debemos ser capaces de identificar la necesidades personales que queremos
cubrir al entrar en una relación, la persona que está contigo no es responsable
de tus banales deseos de auto-realización, debes mantenerte abierto a la
posibilidad de que tu pareja te ayude a cambiar tu mapa del mundo.
5.
Fin de la relación = fracaso
Tendemos a
idealizar a las personas y a las relaciones, nos gusta vivir con la idea
romántica de que el amor es para siempre. La realidad es que todo en éste plano
existencial no es permanente, las relaciones terminan por diferentes
situaciones o circunstancias al igual que todo lo demás. Al entrar en una
relación muchas veces se hacen promesas que serán imposibles de cumplir, y
cuando ésta termina, las promesas incumplidas resultan en un daño colateral que
nos lleva al eterno intento de “cerrar el círculo”. Concebir la conclusión de
una relación como un fracaso personal o colectivo es un error que genera culpa.
Las personas crecen, cambian y evolucionan, muchas veces juntos, otras por
separado, debemos ser capaces de aceptar y asimilar esto al principio, durante
y al final de todas nuestras relaciones de pareja.
*Fuente: Avantsex
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